
El estudio evaluó a casi 8.000 individuos mayores de 25 años entre 1999 y 2006. En función de sus hábitos televisivos los dividieron en tres grupos: el de quienes veían la ‘caja tonta’ menos de dos horas diarias, entre dos y cuatro horas al día y, finalmente, quienes lo hacían más de cuatro horas.
En esos siete años de seguimiento se registraron 284 muertes en la muestra, 87 por problemas cardiovasculares y otras 125 por cáncer. Frente a los individuos del primer grupo, los investigadores calculan que quienes veían la ‘tele’ más de cuatro horas al día tienen un 46% mayor riesgo de muerte (por cualquier causa) y hasta un 80% si sólo se tienen en cuenta los fallecimientos por causas cardiovasculares. Hay que tener en cuenta que la media diaria de televisión en países como Australia o Reino Unido es de tres horas; frente a las ocho que se pasan ante la pantalla los estadounidenses o las 3,7 de los españoles.
Por cada hora diaria de televisión, los investigadores calculan que existe un 11% más de riesgo de mortalidad por cualquier causa, y hasta un 18% en el caso de patologías cardiovasculares. Así como un 9% más de mortalidad por cáncer. El peligro se mantuvo incluso después de tener en cuenta otros factores como el colesterol, la tensión, el tabaco, el perímetro de la cintura o una dieta rica en grasas.
“Incluso para alguien con un peso normal, estar sentado varias horas al día tiene una mala influencia en sus niveles de glucosa y de grasas en el organismo”, advierte Dunstan para concluir. “Moverse más y más a menudo”, puede ser un buen lema para empezar el año, apuntan.
Fuente: Planetacurioso.com
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